viernes, 21 de junio de 2013

10

Ya pasó casi un año desde la última vez que escribí. 10 meses exactamente. Mucho tiempo. En estos diez meses  seguí recibiendo muchos comentarios en el blog pese a no escribir. Recibí mails, mensajes, leí otros  blogs, pensé en volver a escribir, pensé en cerrarte querido amigo.
Hace casi exactamente un mes cumplí años. Y entre los muchos (y lindos regalos que recibí) me regalaron una consulta para hacerme una Carta Astral y algo que se llama Revolución Solar. Hace tiempo venía con ganas de hacer algo así. No era por pura y simple curiosidad; era más bien como una especie de necesidad interna. Se ve igual que tan interna no era,  o yo la estaba exteriorizando mucho, porque mi querido hermano y su novia me cayeron con la invitación a esa experiencia.
No viene al caso que explique que es una Carta Astral porque no es mi “metier”. Sí vale la pena decir que fue una experiencia de lo más enriquecedora en lo personal, que me dejó en algunos momentos bastante asombrada. Es muy loco que alguien te diga tanta data junta de tu vida sin conocerte.
Entre todas las cosas que me dijo en esas dos entrevistas es que yo tenía que volver a lo que me hacía bien. Que había algo que yo había empezado hace un tiempo que era lo que me hacía verdaderamente feliz.
Llegué a mi casa con la sensación de que me estaba olvidando de eso. De hacer algo que me haga feliz a mí, a Clo.
Pasaron 10 meses… 10 meses con la cabeza envuelta en caos de zapatos, colecciones de ropa, inviernos, verano, cheques, proveedores… 10 meses de hijos que crecen a velocidad impensada, de navidades, cumpleaños, fiestitas escolares, tablas, pruebas… 10 meses que se me pasaron volando… 10 meses en una vida es un montón de tiempo.
En el medio de estos 10 meses, hace muy poquito tiempo, falleció el papá de quien había sido una de mis mejores amigas en la adolescencia, y de la que luego, por cuestiones varias de la vida, me distancié. Falleció, así sin más, de un día para otro. Y yo, que me había criado en esa casa, no pude menos que caer en la cuenta de que no paré. En estos diez meses no paré. No paré a disfrutar nada.
Por eso, hace días que vengo pensando en volver a escribir acá. Porque este espacio es parte de las cosas que me hacían bien. Y si hace bien, hay que hacerlo. Por eso hoy me encuentran sentada acá, tipeando esto, mientras trabajo.

Parando, haciendo una pausa…